El viernes pasado culminó la IV Cumbre de Petróleos y Gas, el cual se constituye como un importante evento para el sector energético, organizado por el Comité Gremial Petrolero integrado por la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP); la Cámara Colombiana de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol); la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos del Petróleo (ACGGP); la Asociación Colombiana de Ingenieros (ACIEM); y la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (ACIPET).
La reactivación socioeconómica es un compromiso nacional que nos atañe a todos, en especial al sector de hidrocarburos, el cual atraviesa importantes momentos. El mundo actual nos exige así mismo un compromiso alineado con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en toda su amplia definición (humana, ambiental y económica). El cambio climático es una preocupación a nivel mundial, no obstante, debemos ser muy cautos para que las políticas de control climático no atenten de forma más negativa contra los países y sus habitantes que el mismo cambio climático en sí.
Los Gases de Efecto Invernadero (GEI) son en gran medida los causantes del cambio climático y el CO2 es responsable en un 20% de los GEI. Colombia produce 290M Teq anuales de CO2, de este monto el 30% proviene del sector energético, el otro 70% proviene de otros sectores industriales como la agricultura, la ganadería, la silvicultura y otros usos del suelo.
Existe una correlación muy clara entre crecimiento económico, consumo de energía primaria y aumento de emisiones C02. En la medida que nuestro país continúe su desarrollo económico es de esperar que aumente el consumo de energía primaria y aumenten las emisiones. De acuerdo con la EIA, Colombia produce el 0.25% de emisiones de energía primaria en el mundo, con 0.6% de la población mundial. Así que, reducir este monto a la mitad, como muchos proclaman, poco podría mover la aguja de este KPI global, pero sí restringiría sustancialmente la capacidad del país de crecer y desarrollarse.
No obstante, es una gran preocupación y de alta prioridad del sector de hidrocarburos en disminuir significativamente las emisiones de CO2 (hasta neutralizarlas en un futuro) y se están haciendo grandes esfuerzos para hacerlo. Sin embargo, como se mencionó esto es solamente una parte de la ecuación.
Estamos en una transición energética, que significa una transformación a largo plazo de las fuentes de energía primarias de un país. Esta transición es específica para cada país en particular dependiendo de su matriz de generación eléctrica, su canasta energética primaria y su economía en general. En ese sentido, la tecnología es una gran aliada para apalancar el trayecto por la transición específica de cada país. Un par de ejemplos de la industria son la inyección y el almacenamiento de CO2 en el subsuelo, para la generación de energía geotérmica o inyección de CO2 en los yacimientos para el incremento de recobro de reservas, que representa hasta un 22% adicional.
Las tecnologías exponenciales, que permiten el cambio a una velocidad acelerada como la inteligencia artificial, van a coincidir sinérgicamente para solucionar muchos de los problemas y retos de hoy, incluyendo la transición energética, de la cual somos protagonistas de primera línea. De Elon Musk podemos aprender la aproximación de los principios fundamentales para solucionar cualquier problema. Básicamente, desintegrar los problemas en sus componentes primarios, identificar la causa raíz de los mismos y solucionarlos, esta aproximación fue aplicada a la compañía de cohetes Space-X, pionera en la utilización múltiple de cohetes la espacio. Nuestros profesionales deben ser más holísticos y entender la intersección de las actuales tecnologías de punta y cómo aplicarlas a los diversos retos que tiene el sector hoy en día.
El sector de hidrocarburos es protagonista de la transición energética colombiana. Este es el 75% de la canasta energética primaria del país y será el patrocinador en gran medida de las energías renovables no convencionales (diferente a energía renovable por generación hidráulica), como lo son la solar y la eólica.
La industria de hidrocarburos ha sido, continúa siendo y será un pilar fundamental de la economía del País. Somos un país con importantes recursos en materia de carbón, petróleo y gas. Solo el sector de hidrocarburos representa aproximadamente el 5% del PIB, el 37% de exportaciones, más del 23% de inversión extranjera y el 14% de ingresos corrientes de la Nación. Lo anterior es muestra que el sector de hidrocarburos es clave para financiar la inversión social del país.
En Colombia debemos comunicar a la opinión pública en forma clara y contundente cuál ha sido el aporte de la industria de hidrocarburos a Colombia, y cuál es la importancia de la misma para combatir la pobreza en el país y lograr un mejor futuro para todos los colombianos. La riqueza del subsuelo combate la pobreza del suelo y este es un deber de todos como colombianos. De ahí la importancia de garantizar nuevas fuentes de reservas y producción e infraestructura para la industria nacional: más exploración en general, campos de gas y petróleo costa afuera, yacimientos no convencionales y una red moderna y eficiente de gasoductos en doble vía.
El señor presidente de la República explicó que el sector de hidrocarburos es un vital generador de divisas para impulsar los procesos de desarrollo económico y social del país, así como la petroquímica que se deriva de esa actividad. “A veces no se le explica al ciudadano para qué la petroquímica. Poder alimentar 9,000 millones de habitantes en el mundo es imposible sin petroquímica, porque todos los esquemas de producción de fertilizantes y muchos derivados de la petroquímica son esenciales para aumentar la productividad por hectárea global” indicó el mandatario. Por lo tanto, el sector de hidrocarburos fuera de estar presente por mucho tiempo como protagonista de la transición energética, lo estará por mucho tiempo más pues hasta el momento no hay sustitutos para los productos petroquímicos que se originan a partir de los hidrocarburos.
Es claro que el país está viviendo un momento histórico en su democracia y que todos los colombianos nos tenemos que unir frente a este, para combatir corrientes políticas que afectan la sostenibilidad de la Nación. En ese sentido, nuestro deber como colombianos es informarnos y concientizarnos de la importancia del sector energético y no dejarnos arrastrar por declaraciones populistas, que pueden causar un daño irreparable a la economía nacional y a todo el país. Este gran perjuicio al sector, no es algo que se pueda reparar tan sencillo como encender o apagar un dispositivo eléctrico con un botón. Una vez golpeada la industria de esta manera, sería un daño casi irreversible para el país y este tardaría muchísimos años estancado en su desarrollo para salir a flote. Integrémonos e informémonos para sacar adelante al país, estamos en un momento histórico en la democracia colombiana.
Luis Guillermo Acosta
Director Ejecutivo de Acipet